La Plataforma Antiautopista de Campos se muestra «decepcionada» con el «engaño a la ciudadanía» por parte del Consell de Mallorca. | Plataforma Antiautopista de Campos

TW
23

La Plataforma Antiautopista de Campos exige la paralización del proyecto de la carretera Campos-Llucmajor y ha asegurado que el anuncio de la consellera de Territorio e Infraestructuras del Consell de Mallorca, Mercedes Garrido, de reducir el ancho de la vía es «un engaño a la ciudadanía».

En un comunicado, esta plataforma asegura que la revisión y reducción de 9,32 metros del ancho esta vía anunciado por el Consell es «falso» y se fundamenta en una «manipulación de los datos presentados» por la consellera. «Todo este engaño se fundamenta en el hecho de ocultar información desde el inicio de la tramitación del proyecto para ir ganando tiempo hasta que sea descubierto por la ciudadanía o la prensa», afirma la plataforma. Para esta entidad, «la legislatura de la transparencia, lamentablemente, no habrá llegado al departamento de Carreteras del Consell».

A pesar del anuncio del Consell para reducir el impacto de esta obra, esta plataforma insiste el replanteamiento «total» de este proyecto con «criterios de movilidad integral y seguridad».

En opinión de esta entidad, «el problema es el modelo» de movilidad y planificación territorial que plantea el proyecto en su conjunto, y «no si se trata de un metro más menos». Según la plataforma, el anuncio de Garrido demuestra que si existe voluntad política, este proyecto puede replantarse en cualquier momento.

Noticias relacionadas

Esta plataforma pide que el Consell de Mallorca presente un nuevo proyecto con un estudio «real» de alternativas posibles, desde la perspectiva de la movilidad integral, con un periodo de exposición pública y «todas las garantías de transparencia».

Entre «falsedades» que se denuncian, la plataforma se pregunta cómo es posible reducir casi diez metros el ancho sin «tocar» los ocho carriles proyectados. Otra «falsedad» es pretender hacer creer que el proyecto es un «desdoblamiento» cuando, en realidad, este «macroproyecto es una autopista».

Se trata, según esta entidad, de un «intento de ocultar información sobre los impactos reales» de esta infraestructura viaria. Si una carretera de diez metros de ancho se reconvierte en una de 20 podría ser un «desdoblamiento», se afirma en la nota.

Pero si se ocupa 5,5 veces más superficie, si el número de carriles pasa de 2 a 8 y si su coste inicial alcanza los 33 millones de euros «es una autopista», sostiene esta plataforma.

Finalmente, también se denuncia que ni el departamento de Carreteras del Consell ni la empresa adjudicataria tienen constancia de que se haya abierto la posibilidad de variar el proyecto aprobado, lo que supondría abrir un nuevo procedimiento de redacción y adjudicación.