Pinares de Bonaire está situada en un área especialmente sensible junto al Anei de la Victòria. | Elena Ballestero

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Los propietarios de la urbanización de Pinares de Bonaire tienen diez días para completar el expediente de impacto ambiental que tramitan desde 2007. Deben incorporar soluciones a los problemas forestales y de riesgo de incendios sobre los que han advertido Recursos Hídrics, Serveis de Gestió Forestal y Protecció del Sòl.

La urbanización de Pinares de Bonaire, con cerca de doscientos solares por desarrollar, está situada en una zona paisajísticamente sensible junto al Àrea Natural de Especial Interés (Anei) de la Victòria.

La Comissió de Medi Ambient aceptó la pasada semana el recurso que habían presentado los propietarios contra el archivo del expediente de evaluación de impacto acordado el pasado verano.

El presidente de la Comissió de Medi Ambient, Antoni Alorda, advirtió que el plan parcial de la urbanización aprobado inicialmente no se adapta a la normativa urbanística.

El Pla Territorial de Mallorca modificó en 2004 los límites de la urbanización al trasladar parte de la edificabilidad de la zona más sensible a un nuevo urbanizable hotelero junto a la rotonda del mosquito.
Modificar el plan parcial aprobado inicialmente para adaptarlo a la realidad actual podría exigir el cumplimiento de nuevos requisitos no previstos inicialmente como el alcantarillado, complicando el desarrollo de la urbanización.

Los propietarios presentaron un recurso de reposición contra el archivo alegando que la Comissió «debe resolver de acuerdo con su competencia, que es medioambiental y no urbanística». Medi Ambient acepta ahora centrarse en las exigencias medioambientales y dejar la cuestión urbanística en manos del Consell que, a priori, coincide con los argumentos de Alorda.