El colorido y el olor a albahaca ha impregnado la placeta. | Guillem Mas

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Las danzas de los Cossiers han vuelto a marcar el ritmo del día de Sant Jaume, día central de las fiestas de verano del pueblo algaidí.

Tras una dura jornada durante la revetla, los danzarines han vuelto a la carga y en el interior del templo parroquial han interpretado l’Oferta. En el exterior, el Dimoni, barra en mano, ha mantenido el orden y el espacio necesario para la esperada actuación en la placeta.

Una vez concluida la misa, que contó con la presencia de la presidenta del Govern Francina Armengol; el vicepresidente del Consell, Francesc Miralles y la alcaldesa Maria Antònia Mulet; los Cossiers, ante la mirada de sus vecinos más incondicionales y visitantes, han danzado sus bailes más emblemáticos acompañados por el flabiol y tamborino.

Así, han interpretado, entre otros, el Mercançó o Titoieta, danza en la que se da muerte al Dimoni tras una ‘lucha’ con la dama. Con todo, el pueblo de Algaida ha vivido este sábado su penúltimo día de sus fiestas mientras que este domingo, festividad de Santa

Anneta, una actuación de la Orquestrina d’Algaida en la plaza y una traca darán por concluidas estas celebraciones en honor a Sant Jaume, que cuenta con las ancestrales danzas de los Cossiers.