Joan Monjo. | Antoni Pol

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«Alcalde, eres un prepotente, un indocumentado, un pinocho y un manirroto», le soltó Joan Monjo a Martí Torres en un pleno celebrado el 26 de enero de 2009. Entonces, Torres era el alcalde y Monjo un edil de la oposición.

El alcalde trató de que Monjo no continuara con los descalificativos, pero el ahora líder de Convergència no hizo caso y llamó «caciquillo» al ‘popular’. Torres, entonces, le pidió una docena de veces que abandonara la sala de plenos, lo expulsó, pero el aludido no se fue. «No me hagas hacer venir a la policía a hacer el cuadro», insistió Torres. Monjo le contestó: «Eres un puto chulo».

Ese enfrentamiento tuvo lugar en 2009, pero no ha sido ni mucho menos el único, sino que la tensión entre Monjo y Torres ha sido constante desde que coinciden en la sala de plenos. Todo ello, sin embargo, no impidió que los dos líderes alcanzaran el sábado (a escasas horas de la sesión de investidura) un pacto que les permitirá gobernar conjuntamente los próximos cuatro años.

Martí Torres fue investido el sábado como alcalde con los votos de Monjo, y Monjo será investido alcalde dentro de un año y medio con el apoyo de Torres.

«Las relaciones han sido difíciles porque él estaba primero en el gobierno y yo en la oposición y luego él en la oposición y yo en el gobierno. Hicimos borrón y cuenta nueva, y ahora la relación está completamente normalizada. El enfrentamiento, ahora, será con los exsocios de Suma», manifestó ayer Joan Monjo.