El helicóptero del servicio de fumigación, sobrevolando la zona de Can Picafort.

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Continúan las críticas contra las fumigaciones aéreas que está realizando el Govern para combatir la plaga de procesionaria de los pinos. A las quejas presentadas por el director del colegio Mestre Colom de Bunyola, quien denunció que a principios de semana los aviones que realizan estas labores en los pinares cercanos habían rociado el centro escolar con sus productos, se suman ahora los huertos urbanos de Can Picafort.

El presidente de la entidad Huertos Urbanos de Can Picafort, Eduardo Gracia , ha mostrado "la indignación generalizada por el uso de productos químicos que afectan al medio ambiente y que son cancerígenos para los seres humanos". Según Gracia, APEMA, la Asociación de la Producción Agraria Ecológica de Mallorca, les ha advertido de los efectos nocivos de las fumigaciones que realiza el Govern Balear con estos productos.

La Campaña de fumigación que lleva a cabo la Conselleria de Agricultura Medio Ambiente y Territorio del Govern balear, con un insecticida agresivo y nada selectivo en contra de la procesionaria del pino, es una cuestión de relevante importancia para aquellos que tengan huertos ecológicos o panales de abejas, según explica Gracia, "pero también para la totalidad del medio ambiente en todo el territorio balear".

Según el presidente de Huertos Urbanos de Can Picafort, el Govern prevé fumigar 28.000 hectáreas de pinar mediante avioneta y helicóptero, cargados con aproximadamente 90.000 litros de una mezcla de aceite parafinado y de un insecticida denominado "DIMILIN", cuyo principio activo es el diflubenzuron, que es un potente inhibidor del desarrollo de las larvas de insectos. "Aunque solo esté presente en este producto con una concentración del 1.5%, y que el plan de fumigación evita las fincas inscritas en el Consell Balear de la Producció Agrària Ecològica, (CBPAE) y las colmenas de abejas registradas, constituye un riesgo innecesario, ya que existen alternativas viables", apunta.

Los agricultores que se oponen a las fumigaciones tal y como se vienen haciendo este año, proponen como producto alternativo el Bacilus Thuringiensis, de una vida activa de corta duración que está permitido en la agricultura ecológica. Otros sistemas alternativos propuestos son aquellos que no pasan por el uso de fitosanitarios, como la captura con trampas de feromonas, la retirada manual de bolsas en árboles jóvenes, o el fomento de la fauna depredadora presente en los pinares (aves y murciélagos).

"Consideramos que el proyecto de fumigación a gran escala con diflubenzuron es ambientalmente inconveniente y muy nocivo. La aplicación de éste insecticida es un riesgo grande por su persistencia en el medio ambiente, por el peligro de expansión que supone su fumigación aérea para los cultivos ecológicos y para las abejas", señala Eduardo Gracia, quien recuerda que en Balears "hay 700 productores y elaboradores inscriptos en el CBPAE que gestionan más de 30.000 hectáreas de terreno". "Además la agencia de protección del medio ambiente de EEUU clasifica un componente del diflubenzuron, la 4-cloroanilina, como probable cancerígeno para los seres humanos", añade.

En consecuencia, los Huertos Urbanos de Can Picafort, cuyos usuarios se han quejado de que las fumigaciones han llegado hasta sus plantaciones, piden "la inmediata suspensión de este tipo de fumigación, tan agresiva y de fatales consecuencias, y su replanteamiento hacia una alternativa mas respetuosa con el ser humano, la agricultura ecológica y el medio ambiente".