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Boris Becker salvó en el último momento su mansión de Son Coll en Artá al depositar en el juzgado 430.000 euros, más intereses, que le reclamaba la constructora Melchor Mascaró por unas facturas impagadas en concepto de trabajos de carpintería, fontanería y la adaptación de una cancha de baloncesto.

Según confirmó ayer el gabinete de prensa del TSJB, un representante del extenista abonó el dinero cinco minutos antes de que el juzgado de Primera Instancia 21 de Palma procediera a subastar el chalé al mejor postor.

La propiedad del actual integrante del equipo técnico del tenista serbio Novak Djokovic estaba valorada en 8,5 millones de euros, y salió a subasta por algo más de 7 millones.

El extenista adquirió la casa en 1997 por unos 500.000 euros y, desde entonces, ha tenido que afrontar numerosos problemas con distintos acreedores.

Demolición

Incluso se vio obligado a demoler unos 500 metros cuadrados de superficie construidos de manera ilegal.

En 2003, el TSJB dictaminó que se había construido ilegalmente en parte y tuvo que llevar a cabo la demolición.

Becker intentó hace varios años atrás vender la casa por unos 15 millones de euros, pero no encontró comprador. La crisis económica y el fin del 'boom' inmobiliario redujo el valor de la vivienda, fijado ahora en 8,5 millones.

Son Coll es una finca de grandes dimensiones con una extensión de 265.000 metros cuadrados con un chalet de 2.900 habitables.

Cuenta con una villa principal, chalet para invitados, un jardín con naranjos, piscina , entre otras instalaciones de ocio.

El tres veces campeón en Wimbledon ha tenido que invertir más de 300.000 euros en legalizar la vivienda.

De hecho, el Ajuntament de Artá le ha impuesto varias multas por diversas infracciones urbanísticas.