Representantes de la Asociación de Vecinos de la Cala, ayer ante el quiosco Balaixa. | Efe

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Los vecinos de la Cala de Sant Vicenç sospechan que detrás de la firma de un convenio entre el Ajuntament de Pollença y la Fundación Tabaluga para la compra del quiosco Balaixa, calificado como suelo verde público y pendiente de expropiación desde hace 28 años puede haber una operación «especulativa». Así se lo hará saber la Asociación de Vecinos de la Cala al alcalde, Bartomeu Cifre, en una reunión convocada para el próximo jueves en la que se prevé tratar los detalles del convenio.

La operación, que quedó sobre la mesa en el último pleno ordinario para mayor estudio a petición de la oposición, propone que el músico Peter Maffay, presidente de la Fundación Tabaluga, financie la compra de la zona verde pública que quedaría escriturada a nombre del Ajuntament a cambio de los derechos para explotar en ella un chiringuito por un periodo de 20 años.

La Fundación Tabaluga es una fundación sin ánimo de lucro que se encarga de la atención de niños en riesgo de exclusión social. Los vecinos sospechan de la tasación de la finca que ha hecho el arquitecto municipal por un importe de 291.395 euros «cuando el Ajuntament expropió en 2007 una finca de mayor extensión situada solo a unos metros por un importe de 212.000 euros».

Así, los vecinos pedirán al alcalde que el Ajuntament pague directamente de la expropiación para crear una amplia zona verde en la que ubicar la oficina de turismo. El alcalde apuntó ayer que la Fundación baraja la posibilidad de renunciar a la compra mientras que la Fundación Tabaluga rechazó pronunciarse por el momento sobre este asunto.