Uno de los momentos de la asamblea de alcaldes celebrada hoy. | Jaume Morey

TW
21

Dos alcaldes del PP, el de Pollença y el de Búger, se desmarcaron ayer de la línea oficial del partido y evitaron dar su apoyo a Ley de Símbolos en el transcurso de la Assemblea de Batles.

El alcalde de Algaida, el socialista Francesc Miralles, había pedido que la Assemblea se pronunciara en contra de la ley y del decreto que la desarrolla al entender que vulnera la autonomía municipal y conculca el principio de jerarquía normativa que establece la Constitución.

La presidenta del Consell, Maria Salom, aceptó que se debatiera la propuesta, que no estaba incluida en el orden del día, pero los votos de los alcaldes del PP fueron más que suficientes para rechazar la propuesta socialista: 28 votos en contra, 18 a favor y dos abstenciones.

El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre, explicó que la abstención se debía a que el Ajuntament de Pollença tiene previsto debatir este asunto en el pleno y prefería no pronunciarse en la Assemblea hasta conocer el sentido del voto de su municipio.

Sin consecuencias

El alcalde de Binissalem y presidente del PP de Mallorca, Jeroni Salom, restó importancia al desmarque de estos dos alcaldes del PP y aseguro que la situación en los municipios es muy diferente en función de si gobiernan con mayoría absoluta o gracias a pactos. En el caso de Pollença, por ejemplo, el PP tiene un pacto con la Lliga, integrada ahora en el PI.

Salom consideró que el voto de los alcaldes del Partido Popular no era contradictorio con las alegaciones presentadas por la FELIB, que organismo que ha presentado alegaciones contra el decreto al entender que puede haber dudas de legalidad en algunas cuestiones. «No es ninguna incongruencia porque se trata de cuestiones diferentes», opinó Salom.

No lo ven igual los alcaldes que no son de la formación conservadora. Tanto Francesc Miralles (PSIB) como Antoni Salas (PI) aseguraron que la Assemblea de Batles debería servir para que los alcaldes defienden los intereses de los municipios al margen de los intereses políticos de cada partido. «Espero que en otras reuniones podamos salirnos del guión y que todos los alcaldes podamos manifestarnos por unanimidad», dijo Salas.

Para Miralles, es imprescindible comenzar a reivindicar una nueva manera de hacer política. «Estamos aquí como alcaldes de nuestros municipios, no como representantes de los partidos políticos», señaló el representante del PSIB en su calidad de alcalde de Algaida.