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Suciedad, molestias a los vecinos, ruido, botellón y muchas quejas. Este es el resultado de la fiesta que se celebró el pasado domingo en la playa de Muro. Miles de personas acudieron a este evento celebrado en un local conocido como Royal Beach y que contaba con el apoyo del Ajuntament de Muro. La fiesta que empezaba a las 12 del mediodía del domingo se celebró en la playa y se alargó hasta la madrugada. Es por ello que, sin ir más lejos, en el pleno celebrado ayer a las ocho de la mañana, horas después de finalizar la macro fiesta, en el edificio municipal de la playa de Muro, los regidores de la oposición reclamaron la dimisión de los regidores de Fiestas, Nadal Muñoz (PP) y de Turismo, Joan Escales (PP).

La fiesta se difundió por Internet bajo el título de Stravaganzza y los organizadores pedían a los asistentes que se cumplieran una serie de normas como por ejemplo que «se informará a la gente que este ubicada en la playa frente al Beach Royal -durante la mañana y la tarde se entiende- que se realizará el consiguiente evento para no molestar a las familias y niños que estén pasando su dominguito playero».

«La bomba»

En la difusión del evento los organizadores señalaban que « Stravaganzza te presenta su festival de verano en la misma playa, algo que no sabemos si será la fiesta del año, ¡lo que sí sabemos es que va a ser la bomba!. En un emplazamiento único como es Royal Beach Club de Playas de Muro, uno de los lugares más privilegiados y preciosos de la zona norte mallorquina. Bailarás en la arena al ritmo de la mejor música electrónica, y podrás disfrutar de unos fantásticos vips con vistas al mar, con tu botella, cocktails , la mejor comida y muchos más».

A las quejas de los políticos de Muro se unieron las críticas de los vecinos de la zona que veían como decenas de jóvenes usaban sus calles para realizar botellón en sus coches. Además de la suciedad que dejaron en la misma playa.