Fachada del hospital comarcal de Inca. | Elena Ballestero

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El Hospital Comarcal de Inca cierra 18 camas y un quirófano y deja a una enfermera sola en el turno de noche durante los meses de julio y agosto. El sindicato de enfermería SATSE denunció ayer la situación que se enmarca en el plan de medidas de ajuste económico que aplica la Conselleria de Salut del Govern de les Illes Balears.

«Una sola enfermera atenderá a 20 pacientes por la noche en la planta de Medicina Interna del Hospital Comarcal de Inca», dice SATSE. El sindicato recuerda que, «hasta ahora, en ningún hospital de Balears se ha quedado una enfermera sola en una planta de Medicina Interna», al tiempo que advierte de que «ante los frecuentes agravamientos de pacientes, o, incluso, ante una situación de emergencia como puede ser un paro cardíaco, la enfermera se verá obligada a desatender al resto de pacientes y, además, tendrá problemas para dar el aviso».

Recortes

El sindicato de Enfermería se pregunta «por qué se insiste en recortar en Sanidad en Balears sin atender las necesidades específicas de una comunidad turística que en verano triplica la población y, consecuentemente, los pacientes potenciales de sus hospitales». Aunque la gerencia del hospital aseguró ayer que, «si la demanda lo requiere, las camas bloqueadas (nueve de especialidad quirúrgica y nueve de otras especialidades médicas) podrán desbloquearse», el sindicato de Enfermería alerta de que, «si eso sucede, no irá acompañado de la contratación de personal necesaria para atender a los pacientes de estas 18 camas». La gerencia replicó ayer que «no se descartan nuevas contrataciones».

El sindicato de Enfermería advierte también de que «las Urgencias siempre están llenas y sin camas de Medicina Interna donde alojar a los pacientes en planta se volverán a repetir las imágenes de pacientes hacinados en los pasillos debido a la mala gestión y al hecho de priorizar los recortes presupuestarios a la calidad».

SATSE exige «que no se cierren ni camas ni quirófanos en un hospital históricamente saturado». Solicita «una gestión basada en las necesidades sanitarias de la población y enfocada al usuario, con la adecuada consideración a los profesionales, en lugar de mantener criterios puramente economicistas».