Las sillas asignadas a los ediles del Partido Popular volvieron a estar vacías en señal de protesta.

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El Ajuntament de Manacor aprobó ayer los presupuestos para 2013 que ascienden a casi 36 millones de euros con la abstención del PSOE y Esquerra y el voto en contra del PSM-IV-EM. Los tres ediles del PP, Antoni Sureda, Llorenç Bosch y Antoni Servera decidieron, por segunda vez consecutiva, no acudir a uno de los plenos más importantes de la legislatura en el que se aprobaban no sólo las cuentas municipales sino también diversas modificaciones de tasas e impuestos, así como nuevas ordenanzas.

El anuncio del alcalde Antoni Pastor, el pasado viernes, de la creación del nuevo grupo municipal 'Coalició per Manacor' no ha servido para resolver la situación. Ayer era el pleno en el que estrenaban el nuevo nombre y Pastor así lo comunicó a la Corporación antes de empezar con el debate. En referencia a los ediles del PP dijo que «ahora no podrán poner como excusa que no tienen grupo municipal para cumplir sus obligaciones. Ahora ya pueden recuperar el nombre».

Justificación

Antoni Sureda (PP) justificó la ausencia en el hecho de que «no vamos a ir a un pleno sin tener voz ni voto» y añadió que «solo se ha cambiado el nombre pero la situación no se ha arreglado», en referencia a que «no es lo mismo cambiar el nombre que crear un grupo nuevo». Este plante es una medida de protesta del PP y el partido ha convocado para hoy una rueda de prensa para explicar sus argumentos.

En el debate de los presupuestos, la regidora de Hacienda, Sebastiana Sureda, defendió que «son unos presupuestos austeros y adaptados a la realidad. Se han hecho esfuerzo para mantener los servicios».

Así, explicó que se han generado más gastos derivados de los intereses y de la subida del IVA y del IPC. Joan Llodrá (ERC) valoró positivamente que «se hayan cumplido gran parte de los acuerdos del año pasado que permitieron dar nuestro voto favorable en el presupuesto de 2012»

El PSM-IV-EM votó en contra porque «no se ha aceptado ninguna alegación a la modificación de las ordenanzas fiscales y porque son presupuestos poco sociales».

El PSOE justificó su abstención porque «en los presupuestos no hemos visto ningún impulso para la activación económica». La oposición anunció la presentación de alegaciones.