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La clausura definitiva del vertedero de Son Barbassa ha de ser una realidad antes del mes de diciembre. De lo contrario podría perderse la subvención, procedente de los fondos europeos, que financiaba en un 95 % este proyecto de cierre y recuperación del vertedero. El Ajuntament ha presentado el proyecto de enmienda de deficiencias detectadas en 2010 y se está a la espera que el Govern lo autorice.

Hay que recordar que la polémica ha perseguido a este proyecto que se adjudicó a la baja, por 1,3 millones de euros, a una empresa especializada. El proyecto se llevó a cabo y se dio por finalizado en octubre de 2010. Pero un movimiento de tierras puso sobre la mesa si se había llevado a cabo correctamente este proyecto.

La voz de alarma fue dada por EU-EV en un pleno ordinario celebrado en octubre de 2010. Denunciaron que el proyecto no cumplía el reglamento de clausura de vertederos porque, según expusieron, el sellado se había hecho con restos de obra y no con tierra vegetal. La oposición en bloque pidió una auditoría para que se investigaran las obras.

A raíz de la denuncia la conselleria de Medi Ambient abrió una investigación y detectó las deficiencias a finales de 2010. Se hacía referencia a que la inclinación del talud era demasiado vertical y el drenaje de las aguas pluviales tampoco era el adecuado.

Entonces se solicitó una prorroga de la subvención que finaliza en diciembre de 2012.

El alcalde de Capdepera, Rafel Fernández explicó que «se han llevado a cabo muchas reuniones tanto con el proyectista como con el director de obra y con la empresa También nos hemos reunido con la conselleria de Medi Ambient. Se ha presentado el proyecto de enmienda de deficiencias y confiamos en que en una o dos semanas tengamos la autorización».