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Treinta años después de que el histórico casal de Can Gelabert pasara a manos municipales, el Ajuntament de Binissalem instalará una piedra en el edificio recordando la curiosa operación de compraventa protagonizada por el alcalde Antoni Amengual y el teniente de alcalde Tomeu Salom en 1982. Salom, regidor y maestro de obras por aquella época, tenía una opción de compra para hacerse con la propiedad del inmueble y se la cedió desinteresadamente al Consistorio al entender que el edificio tenía un potencial inigualable como equipamiento público. El Ajuntament pagó 10 millones de las antiguas pesetas.

El homenaje se realizará el próximo viernes 21 de septiembre a las 21.30 horas coincidiendo con la inauguración de las exposiciones que se podrán visitar durante el Vermar. La colocación de la piedra conmemorativa está avalada por un acuerdo aprobado en pleno este mes.

Homenaje

A la sesión plenaria acudieron Amengual y Salom acompañados de algunos familiares. Ambos agradecieron al actual Consistorio el gesto que realizan. «Un regidor siempre ha de mirar por el pueblo», dijo emocionado Salom.

La transformación del edificio adquirido en 1982 en el actual centro cultural no fue tarea fácil. «Este espacio ha despertado de un mal sueño de decadencia» decía en el 2000 el entonces alcalde Salvador Cánoves durante la inauguración oficial del centro.

La restauración comenzó en 1986 por las pinturas pompeyanas con un presupuesto de 11 millones de pesetas al que se sumaron en 1987 otros 12 millones de pesetas más.

La reforma integral costó finalmente 1.320.000 euros (220 millones de las antiguas pesetas).