En este punto de Son Servera se tuvo que construir una carretera alternativa por la paralización de las obras.

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Un año después las obras del tram tren, Manacor-Artà, siguen paralizadas en todos los municipios donde se habían comenzado. Así, principalmente Son Servera, Artà o Sant Llorenç siguen a la espera de una solución o de un desenlace. Desde la Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient i Territori, que dirige Gabriel Company, aseguran que «no hay nada nuevo. No se ha tomado ninguna decisión». Y es que el problema radica en que dichas obras perjudicaron algunas de las vías principales de circulación y a pesar de la paralización del tren, éstas siguen si poder utilizarse.

En el caso más grave, de Son Servera, el Consell de Mallorca se vio obligado a abrir un nuevo tramo de carretera, con la consecuente inversión, ya que las obras del tren mantienen cerrada la unión del pueblo con Cala Millor. El carril bici también se ha visto afectado, así como el instituto que se encuentra en las proximidades de las obras y el acceso a éste se ha visto dificultado, por lo que en las horas en que se iniciaban y finalizaban las clases, se producían aglomeraciones de vehículos.

Por otro lado, en Artà y Son Carrió se ubican dos grandes edificios que tenían que ser utilizados como cocheras y que ahora también están a la espera de que algún día llegue un tren para poder cumplir su finalidad. En Sant Llorenç, la estación fue inaugurada en 2009, y aún sigue a la espera de que pase por primera vez el tren.

Por el momento se barajan varias posibilidades que ya han salido alguna vez en los medios, aunque no hay nada confirmado ni cual será la función de éstas obras ni si las vías acogerán al tren en un futuro. No hay nada seguro, ni si el Govern decidirá finalizar las obras y continuar con el proyecto del tram tren que se inició durante la pasada legislatura.

Como contrapunto, hace unos días se anunció que los trenes que se adquirieron en la pasada legislatura que debían hacer este trayecto, conectarán ahora Palma–Inca con una duración de 23 minutos a partir del próximo otoño. Se compraron seis máquinas por un valor de 25,4 millones.