La plaza Ramon Llull se convirtió en el mejor escaparate de los productos ecológicos. Una nueva edición de la Fira d’Empreses Ecològiques que consiguió atraer el interés de centenares de vecinos.
La agricultura ecológica tomó el protagonismo de gran parte del recorrido. Verduras y frutas, con especial promoción de la fresa, saludables de diferentes huertos de Mallorca, así como una gran oferta de pan elaborado con harina integral ecológica, vino y una amplia variedad de postres demostraron que el comer bien y de calidad está de moda.
Esta muestra también acogió a empresas dedicadas a la generación de electricidad mediante placas solares, a la asociación de bioconstructores de Manacor, a la cooperativa del sector de la madera que elabora productos reciclados o una amplia gama de estufas y chimeneas alimentadas por pellet, es decir, un tipo de combustible granulado alargado a base de madera.
La cosmética ecológica o la ropa, entre otros productos, también tuvieron su espacio en una feria que se va consolidando con los años y que da respuestas a un mercado muy exigente y en clara alza.
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