Momento en el que un fuerte chubasco, pasadas las 11 horas, desluce la feria y obliga a feriantes y visitantes a buscar refugio en cualquier lugar. | Guillem Mas

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La amenaza de lluvia se hizo presente desde primera hora de la mañana pero no fue hasta pasadas las 11.00 horas cuando un gran chaparrón acabó con la Fira de Maig de Campos.

Las primeras gotas hacían presagiar una feria pasada por agua pero de ningún modo un chubasco de tales dimensiones. Nada más iniciarse el recorrido de las autoridades ya se vislumbraron los primeros paraguas. El alcalde Sebastià Sagreras (PP), el presidente del Parlament, Pere Rotger; el delegado del Gobierno, José María Rodríguez; el conseller d’Agricultura, Gabriel Company o la consellera insular Catalina Soler tuvieron que refugiarse de la lluvia tras haber visitado solamente unos pocos metros de la feria.

Una carpa situada en el recinto ferial aglutinó a decenas de personas que aprovecharon para degustar pan y ensaïmades elaboradas en Campos.

Mientras, la vaca gran campeona del concurso morfológico de vacas frisonas celebrado el pasado sábado, Son Suau Nicol Maca de la ganadería Son Suau de Manacor, lucía todos sus galardones entre una gran exposición de vacas. Una muestra que fue un auténtico reclamo para payeses y niños que se quisieron fotografiar con ellas.

Por la tarde, el sol lució y algunos campaners optaron por realizar un recorrido por la feria o por lo que quedó de ella tras el fuerte chubasco. De hecho, muchos de ellos lamentaban que la lluvia hubiera deslucido una feria que prometía y mucho tras meses de preparaciones.