Poca participación en la tradicional romería del 'Pa i peix' en el Puig de Consolació. | Joan Socies

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Un año más, y ya van 391, con motivo del Quart Diumenge, centenares de santjoaners acudieron en romería al Puig de Consolació para celebrar la antigua fiesta del Pa i Peix.

Se puede considerar que fueron pocos los vecinos que a primera hora de la mañana emprendieron el camino hacía el pequeño puig a pie, encabezados por los xeremiers de la localidad. Y es que este año se escucharon con más fuerza las quejas de los que decidían subir a pie, ya que al llegar con la comitiva oficial a la cima ya se encuentran con el pequeño santuario lleno de gente que ha subido en coche para poder tener un sitio en el interior del templo para seguir la misa. Sólo a las autoridades se les reserva el primer banco.

Un aspecto que algunos vecinos de la localidad criticaron esperando una solución para el año que viene, como las que ya proponían ayer. «No tendrían que abrir las puertas hasta que no hayan llegado los que suben a pie, es una falta de respeto para los que deciden subir andando».

En la cima, la Virgen de Consolació ajena al trajín de sus vecinos, cumple este año nada más y nada menos que 440 años siendo venerada en dicho sitio desde que, según dice la leyenda, fue encontrada en un pasto. Las tradicionales Coques de Consolació, como cada año seguían a la venta para aquellos nostálgicos de la tradición. En la explanada de la cima los Quintos, la torronera y la Obra Cultural Balear ofrecían sus productos a los fieles.

Por la tarde la actuación de Aires de Pagesia sirvió para cerrar la jornada festiva.