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Los sollerics todavía se muestran atónitos de que casi todos los árboles que adornan la plaza Constitució desde principios del siglo XX vayan a desaparecer o quedarán limitados a un simple tronco, dando un nuevo aspecto al espacio urbano principal de Sóller.

El Ajuntament ha tomado esta drástica decisión ante el peligro que suponía mantener estos ejemplares, que sufrieron hace unos años profundas quemaduras por unos adornos navideños, lo que les condujo a un estado irreversible.

La polémica de si se hubiera podido evitar o no este desenlace está servida; pero entretanto, ayer se inició la tala ante la mirada de decenas de curiosos. Finalmente cuatro de los árboles se salvarán, mientras que tres serán eliminados a lo largo de la semana. Del resto quedará solamente, de momento, el tronco casi desnudo. El alcalde, Carlos Simarro, destacó que «se intentarán reponer los árboles cortados con otros importados, de unos 10 metros de altura». Aunque el Ajuntament sigue pendiente de conocer en coste la actuación.