Llorenç Bosch y Antoni Servera, los guardianes de la ortodoxia de Bauzá en Manacor.

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La oposición en bloque -PSOE, PSM-IV-Entesa, ALM y Esquerra- y AIPC, socios de gobierno del PP, lamentaron en el pasado pleno el desmarque de los ediles populares Llorenç Bosch y Antoni Servera que imposibilitó una declaración unánime en defensa del catalán.

«La actitud de Bosch y Servera es patética ya que no tuvieron voluntad de consensuar el tema con el teléfono apagado hasta antes del pleno», denuncia Miquel Oliver de PSM-IV-Entesa, que además pide la renuncia al acta de concejal de Bosch.

Según el nacionalista «ello deja en evidencia la guerra interna de PP y ahora ya sabemos porque Bosch no renuncia a su acta de concejal a pesar de no poder cumplir con sus obligaciones, tiene que ser el contrapunto de Bauzá, junto con Servera, a las tesis de Pastor».

Desde el PSOE, Amanda Fernández manifestó sentirse «espantada» porque «el PP ha creado este conflicto lingüístico que no se habla en la calle ya que la gente tiene otros problemas como el paro y quiere soluciones». Francesc Mateu de ALM mantuvo su defensa «a nuestra lengua e identidad».

Presiones

Joan Llodrà lamentó que «regidores con apellidos tan catalanes como Bosch o Servera voten contra su lengua mientras otros como Flores, Fernández o Hinojosa si lo hagan como muestra de integración».

Por otra parte, algunos ediles del PP confirmaron ayer a este periódico que personas del entorno de Bauzá les presionaron para votar contra Pastor.

El alcalde rehusó ayer «echar más leña al fuego» y recordó que «había libertad de voto, aunque me siento decepcionado». Bosch negó que junto a Servera vayan a formar parte de un lobby en el equipo de gobierno contra Antoni Pastor.