Las obras de reapertura del tren de Artà se han ralentizado considerablemente. | Michel's

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A medio gas. Las obras que promueve Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) en la Isla han reducido de forma considerable el ritmo de ejecución por el impago del Govern a los proveedores. La empresa pública lleva seis meses sin pagar y, en total, debe ya 73 millones de euros a las empresas constructoras y proveedores.

En principio, la empresa pública ha aplazado la adjudicación de la electrificación del tren Manacor-Artà hasta el próximo año. Las obras estaban previsto que se desarrollasen este mismo año, pero la falta de liquidez del Govern de les Illes ha obligado a SFM a posponer la adjudicación. «Todo se debe a los problemas de tesorería del Govern; no podemos comprometer más dinero», explica Bartomeu Gual, gerente de Serveis Ferroviaris.

Estaciones

SFM también está ejecutando obras en las estaciones de Inca, Marratxí y Lloseta, pero igualmente las constructoras no están cobrando desde hace meses.

También falta liquidar las obras de electrificación del tren de Palma a Inca. El proyecto ya está finalizado y, en estos momentos, se están desarrollando las pruebas con los trenes eléctricos, pero no se han podido liquidar las últimas facturas, según confirmó el gerente de Serveis Ferroviaris de Mallorca.

Esta parálisis en los pagos también afecta a la compra de los trenes eléctricos y del tram-tren. Desde hace meses, están llegando trenes nuevos a Ciutat, pero igualmente no se está pagando a las empresas de fabricación de los ferrocarriles.

«Los proveedores», afirma Bartomeu Gual, «aguantan lo que pueden. Los nuevos gobernantes que entren a Serveis Ferroviaris deberán buscar la forma de pagar la deuda y pagar a las empresas».

Las empresas de mantenimiento y seguridad de la empresa también están padeciendo la misma situación. «Somos conscientes de que está mal la situación, pero no hay dineros en efectivo, aunque sí esta presupuestadas».

Gual destaca que ninguna de las obras se han paralizado, pero será hasta que las empresas constructoras y proveedores aguanten.