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Red Eléctrica ha iniciado el tendido del segundo cable submarino que compondrá la interconexión eléctrica entre Mallorca y Valencia, después de que el pasado día 13 la compañía iniciara el tendido del primero, que ya ha completado más de la mitad del recorrido. La interconexión, la primera entre la Península y Baleares, permitirá ahorrar costes y garantizar la calidad del suministro eléctrico en el archipiélago.

La embarcación encargada de realizar los trabajos del segundo tendido, el 'Skagerrak', ha comenzado este jueves a depositar en el fondo marino los primeros metros de cable, de 237 kilómetros de longitud. La conexión del extremo del cable con el sistema eléctrico de Mallorca se ha realizado con la ayuda de un equipo de buzos, que lo ha acercado a la costa, según señala REE en un comunicado.

REE recuerda que el proyecto Rómulo prevé la construcción de la interconexión eléctrica entre la Península y Baleares mediante un enlace submarino que se compondrá de tres cables de 237 kilómetros cada uno, con una profundidad máxima de 1.480 metros. La conexión aportará en torno al 25% de la electricidad que se consume en las islas, lo que permitirá diversificar el suministro del archipiélago.

El enlace permitirá mejorar la calidad de suministro de Mallorca e integrar la isla en el mercado eléctrico ibérico, lo que supondrá un ahorro de costes para todo el sistema eléctrico español. Además, garantizará la fiabilidad del suministro ante el constante aumento del consumo en las islas.

La interconexión funcionará en corriente continua, de manera que ha sido necesaria la construcción de una estación conversora en cada uno de sus extremos para transformarla en corriente alterna, que es la que utilizan los sistemas eléctricos de la Península y Baleares.

Tras el tendido de los tres cables eléctricos y el cable de fibra óptica para garantizar las comunicaciones, Red Eléctrica iniciará un periodo de pruebas previo a la puesta en servicio de la línea, prevista para este mismo año.

La interconexión eléctrica de Baleares con la Península ha supuesto una inversión de 375 millones de euros.