Imagen de Can Morey 'Mola' en la calle Pou Fondo. | Mateu Puigserver / Catalina Bauçà

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La industria de la madera en la capital del Llevant desde el siglo XVI hasta la actualidad es el eje central del nuevo libro del historiador Sebastià Sansó. Con Els fusters de Manacor, Sansó quiere desgranar uno de los puntales básicos de la ciudad. «Hay que tener en cuenta que los dos pilares de la economía de Manacor eran el sector de las perlas y el de la madera», explicó el historiador.

Así, el autor, quien ya realizó la investigación sobre el sector de las perlas, emprende el viaje hacia el mundo de la madera, «a partir de fuentes orales con una cuarentena de entrevistas a carpinteros de edad y fuentes documentales del Arxiu del Ajuntament de Manacor y el Arxiu del Regne de Mallorca para dar a conocer la industria de la madera en Manacor, hasta ahora «ausente de bibliografía».

Sansó manifestó que «la mayoría de carpinteros seguían la tradición familiar de este trabajo ya que era una constante pero basta mirar ahora cuando la rama de carpintería de algunas escuelas de formación ya empieza a no estar presente».

«Los carpinteros hacían el trabajo que les pedían, tanto era si tenían que hacer escaleras de higuera, vigas, sinies, carros, sillas o altares ya que siempre no había trabajo propiamente dicho», añadió el historiador.

Trabajo

Las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado pueden considerarse como el auge de la industria de la madera en Manacor con «cerca de 2000 personas dedicadas al sector y unas 400 carpinterías». De hecho, Sansó señaló que hasta principios del siglo XX había más carpinteros en Binissalem, Inca o Felanitx que en Manacor «donde el sector aún no era de primer orden» ya que elaboraban formas para zapatos, entre otros.