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Las futuras Normas Subsidiarias de Montuïri reducirán a la mitad la previsión de crecimiento del pueblo. Así se pasará de los 11.193 habitantes máximos previstos en las normas vigentes, a los 6.585 que la nueva normativa fija como techo de crecimiento.

El nuevo planeamiento urbanístico entrará en vigor después de la aprobación inicial de la norma que desde el gobierno municipal pretenden tirar adelante este mismo verano. Pero para su aprobación definitiva se tendrá que esperar a que el Consell de Mallorca «de el visto bueno al catálogo patrimonial que hay que aprobar antes de las normas», explicó el primer teniente de alcalde por el Partido Popular, Jaume Bauçà.


Casas típicas

La nueva normativa determina que «los edificios nuevos deben mantener una composición arquitectónica conforme a la estética local», y esto quiere decir que «no se podrán construir edificios plurifamiliares de más de dos plantas», aclaró Jaume Bauçà.

Las nuevas viviendas, además de disfrutar como mínimo de ochenta metros cuadrados habitables, tendrán que construirse con cubiertas inclinadas de tejas árabes y con las ventanas más largas que anchas. Desde el gobierno municipal han «apostado por no acabar con el carácter del pueblo, que hasta ahora hemos sabido conservar», añadió Bauçà, que detalló, además, que el casco urbano «crecerá hacia Lloret y Pina, hacia la vertiente noroeste, puesto que así lo marca el Pla Territorial de Mallorca, al cual nos tenemos que adaptar».

Desde la oposición municipal tanto el PSM como el PSOE criticaron en el Fòrum Ciutadà celebrado la semana pasada que «no se haya previsto ninguna zona verde en la nueva superficie de crecimiento del casco urbano», criticó el portavoz nacionalista, Joan Verger, quién advirtió que «no se puede dejar a una parte del pueblo sin infraestructuras públicas, sin plazas y sin parques».

Y es que desde la oposición reprochan además que «las zonas verdes que deberían servir para hacer más habitable el casco urbano se hayan previsto en terrenos rústicos situados las afueras del pueblo, un hecho que no se comprende porque las normas ya no permiten edificar sobre casi toda la superficie de las nuevas zonas verdes», señaló el portavoz socialista, Guillem Mas.

Desde el gobierno municipal reconocen que «hace tiempo que no nos reunimos con la oposición y suponemos que habrá algunos puntos en los que afloren diferencias» pero aún así «sabemos que no tendremos grandes dificultades para llegar a acuerdos con la oposición porque creo que estamos de acuerdo en muchos puntos y nos será fácil llegar al consenso, que es como se tiene que aprobar la nueva norma», sentenció Bauçà.