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Lo habían denunciado por activa y por pasiva, la última vez en el pleno ordinario de febrero. En diciembre de 2009, el portavoz del PSM de Pollença, Bartomeu Cifre, ya aseguraba en un comunicado que el ahora imputado en el caso Voltor Antoni Oliver ejercía de «regidor de Cultura en la sombra», desde que el PSM fuera expulsado del equipo de gobierno, pero el alcalde, Joan Cerdà, desmentía una vez tras otra a Cifre.
Tras hacerse públicas ayer las escuchas telefónicas al número de Oliver que forman parte del sumario del caso Voltor, de las cuales se desprende por palabras del propio Oliver que éste ha podido desempeñar tareas de regidor «por detrás», el portavoz del PSM de Pollença pide la dimisión del alcalde que ahora ha reconocido que Oliver le ha asesorado «puntualmente» en temas culturales, pero sin cobrar.
«Las conversaciones prueban lo que habíamos dicho siempre de que Oliver trabajaba como regidor de Cultura por lo que en cierto modo no nos sorprende», dice Cifre, que lamenta que «lo triste es que el alcalde lo negara explícitamente en el pleno. Mentir es motivo suficiente para pedir su dimisión», añade.
El portavoz de PP-UMP, Bartomeu Cifre, lamenta la situación que tampoco le coge por sorpresa: «Es imposible siendo alcalde y edil de Urbanismo que Joan Cerdà llevara también Cultura»
Competencias
El portavoz de Alternativa EU-Els Verds, Pepe García, pide que el Ajuntament se persone en la causa abierta por la denominada 'operación Voltor', a la vez que advierte que «la delegación irregular de las competencias de Cultura hacia Oliver «escapa a los controles básicos de la democracia porque el pleno no puede ejercer control sobre él».
Francisca Ramon (PSOE), socia de gobierno de UM sólo dice que el PSOE no estaba al tanto de este asunto.