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El Ajuntament de Marratxí ha aplazado 'sine die' la construcción del nuevo edificio consistorial. En la comisión informativa de contratación, celebrada en la mañana de ayer, se aprobó por unanimidad la firma del convenio entre el Consistorio y la UTE adjudicataria en 2007, integrada por las empresas Llabrés Feliu, Estel Enginyeria y Llull Sastre, para rescindir el contrato. El próximo martes, día 29, se llevará a pleno para su aprobación definitiva.

En una conferencia de prensa posterior, el alcalde de Marratxí, José Ramón Bauzá, explicó los pormenores de este acuerdo -«que no supone ningún coste monetario para el Ajuntament», señaló el primer edil-, y lo hizo acompañado por el regidor de Contratación, Sebastián Frau, y por el director del Àrea de Urbanismo, Julio Alba.

Proyecto veterano

Según Bauzá, con esta decisión el erario público de Marratxí deja de contraer un compromiso de 1,7 millones de euros durante los próximos 27 años, en los que estaban incluidas no sólo las obras de edificación del nuevo edificio central del servicios municipales en Sant Marçal, sino también su mantenimiento y seguridad.

El alcalde marratxiner añadió que «desde que se adjudicara el proyecto y hasta hace escasas fechas han mantenido reuniones los redactores del proyecto y los responsables técnicos municipales para la concreción del mismo, y finalmente, debido a divergencias técnicas, se ha decidido de mutuo acuerdo resolver el contrato».

También pormenorizó Bauzá que «una vez llegados a este punto, el equipo de gobierno ha decidido aplazar este proyecto, siguiendo criterios de responsabilidad para evitar hipotecar el futuro de los presupuestos municipales. Es un proyecto necesario, en el que éste y anteriores equipos municipales hemos depositado mucha ilusión, pero la realidad es que con el panorama económico actual lo aconsejable es paralizarlo. Nuestra prioridad es dar un buen servicio a los ciudadanos, para lo que ya en los últimos presupuestos favorecimos los llamados servicios básicos, que son con los que queremos garantizar la calidad de vida del municipio».

Finalmente, el alcalde subrayó que «esta decisión no surge desde la espontaneidad, sino que está en concordancia con los distintos paquetes fiscales con los que hemos sido pioneros en Mallorca, unas medidas de ahorro tomadas por este Ajuntament ante la crisis, que se iniciaron el año pasado con un paquete de medidas fiscales destinadas a paliar el efecto de la penuria en las familias, dejando por ello de ingresar en las arcas municipales: casi 2 millones de euros que nuestros ciudadanos no tienen que desembolsar».

Una austeridad que, en palabras de José Ramón Bauzá, prosiguió con la reducción del presupuesto de Marratxí de 2009 (6 millones de euros menos que el de 2008), prescindiendo de proyectos estrella, sino en el que se priorizan los servicios básicos a los ciudadanos, como la limpieza y la seguridad, frente a la realización de grandes infraestructuras».