El alcalde Gabriel Tauler y la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, pasando bajo el palio de la peña El Coso, tras la misa en el Convent de Sant Agustí. g Fotos: M.À. CAÑELLAS/G.M./J.S.

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G.MAS/J.SITGES/C.AMORES Felanitx vivió ayer su primer Sant Agustí sin corrida de toros en más de cien años y la peña El Coso volvió a sus raíces, reinventando la fiesta y demostrando por qué Felanitx es cpmo es en su día más grande. Recuperaron las reivindicaciones, la crítica y, sobre todo, la diversión.

Como cada año, a las siete de la mañana El Coso procedió al desentierro de la quica embalsamada que cada año resucita por Sant Agustí. Pero ayer, la quica resucitó tanto que volvió a la vida paseándose por la Vila en una jaula de madera. Mientras, centenares de personas llenaban la plaza de s'Arraval, a la espera del pregón de El Coso entre senyeres.

Pasadas las nueve, unos personajes muy peculiares hicieron acto de presencia. El ex presidente Jaume Matas, con un bote de Cola-Cao, repartía billetes de euro entre los asistentes para después inaugurar el Palma Arena con un grupo de especuladores, una monja se paseaba embarazada con una pancarta que pedía el aborto libre, la mala calidad del agua potable de Portocolom también fue objeto de representaciones y Michael Jackson hizo acto de presencia y cantó el Black or white al sonido de las xeremies. Hubo más crítica con una parodia de Sant Joan Pelós o cuando se simuló un combate entre un torero y un toro, ganando el toro mientras una pancarta reafirmaba la postura antitaurina de la peña. 'Cavallets' y palio
Ajenos a la fiesta de El Coso, las autoridades, encabezadas por el alcalde Gabriel Tauler y la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, se concentraban en la Casa de Cultura para asistir al oficio en el Convent de Sant Agustí, donde bailaron los Cavallets junto con los Gegants y los demonios.

Antes de acabar la misa, tuvieron lugar dos forcejeos entre un grupo de antitaurinos y agentes de la Policía Local. Tal y como marca la tradición, una vez acabado el oficio, el alcalde Gabriel Tauler fue el primero en pasar por debajo del palio junto con la presidenta Francina Armengol, entre otras autoridades. Quien sí fue llevado a hombros y ovacionado fue el ex rector de Felanitx, Llorenç Lladó, quien recibió el apoyo del público bajo un sol de justicia y entre fuertes medidas de seguridad tras los dos pequeños incidentes.