Según Ginard «a día de hoy son una veintena los molinos que producen energía eléctrica aprovechando la fuerza del viento, con una facturación anual de en torno a los 10.000 euros».
Con este convenio, que tiene una duración de un año, la Conselleria de Medi Ambient invierte 300.000 euros y el Ajuntament de Campos se compromete a poner a disposición los medios personales y materiales que sean necesarios para llevar a cabo los objetivos del proyecto. Llevar a cabo la conservación, mantenimiento mecánico y eléctrico, así como la reparación y los trabajos de mejora que sean necesarios. Otro de los compromisos del Ajuntament es el de realizar actividades de carácter ecológico, cultural, didáctico, ambiental, turístico o de uso público, entre otros.
Grimalt tras ver el fracaso que ha supuesto esta importante inversión del Ministerio para la producción de energía eólica señala que «ahora, el objetivo es mantener el paisaje, no producir energía. Estos molinos son parte de nuestro paisaje y tenemos la obligación de mantenerlos bien cuidados». Con este nuevo cariz que toma el proyecto, Ginard señala que espera que poco a poco y con otro tipo de restauración se pueda llevar a cabo la restauración de los molinos del Pla de Campos.
Además, también se sembrarán plantas autóctonas en los alrededores de los safareigs ubicados al lado del molinos, que daban agua a los huertos.
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