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MARGA JOY

Las reacciones a los reportajes aparecidos en este medio a lo largo de esta semana respecto al abandono de muchos huertos de cítricos del Valle de Sóller no se han hecho esperar, y es que es mucha la gente que se resiste a abandonar el aspecto que ha dado fama al que ha sido llamado tradicionalmente como «Valle de los Naranjos».

Desde el Ajuntament de Sóller, con Josep Lluís Colom (PSOE) al frente como alcalde, se lamenta profundamente esta situación y la falta de competencias que tiene el Consistorio al respecto, aunque «queremos expresar el máximo apoyo a lo payeses». Miquel Gual (Entesa), concejal de Promoción Económica y uno de los impulsores de iniciativas como las «Jornades de la Taronja», afirma que «si el producto debe competir en precio, la muerte de los huertos está garantizada». Gual explica que hasta que los payeses no perciban más ayudas de los organismos superiores la solución a este problema es inviable, y es que «Sóller no puede competir en el mercado de la oferta y la demanda con los precios de la Península o de Iberoamérica».

El equipo de gobierno reclama que las ayudas al turismo no deben pasar sólo por quitar impuestos a los hoteleros, sino también por dar más ayudas a aquellos que labran y conservan el paisaje, ya que «se trata de un tema medioambiental». La parte especialmente interesada, la de los payeses, se muestra a estas alturas con un importante desánimo. El agricultor Toni Burgos asegura que «la gente está cansada de tener que tirar la fruta a la basura, por lo que van abandonando sus huertos». Además, añade que «tenemos unos huertos que eran la envidia de toda la Isla, y ahora lo único que provocan es lástima, y debemos tener en cuenta que los turistas acuden al Valle por lo que lo caracteriza, los naranjos». Burgos cree que una de las soluciones podría pasar «por arrancar los árboles muertos y viejos, y que el Consell siembre plantas nuevas para que los agricultores puedan empezar desde cero y conseguir incrementar la producción, además de que las grandes superficies se comprometan a vender el producto local».