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Los promotores del aeródromo de ses Salines han presentado en la Agència Disciplina Urbanística una serie de alegaciones para proceder a la legalización de las instalaciones que no cuentan con licencia.

El aeródromo, según Maties Morell, director del nuevo organismo del Consell de Mallorca, ya obtuvo en 1993 un primer interés social, pero exclusivamente para una pista y no para hangares.

Las denuncias de vecinos y la solicitud de la ampliación y de un nuevo interés general provocó la investigación de las instalaciones y la apertura de un expedientes urbanístico al detectarse la construcción ilegal de siete naves metálicas de 709 metros cuadrados en total y haber construido una pista de vuelo asfaltada de 1.935 metros sin ningún tipo de licencia.

Licencia
Estas construcciones levantadas dentro del aeródromo obligan a los promotores a solicitar de nuevo el interés general, pero previamente a este paso deben solicitar al Ajuntament de ses Salines la licencia.

Hasta que no se resuelva este trámite, la Agència de Disciplina Urbanística no proseguirá el camino de cara a la legalización de las obras.
«La tramitación es complicada», apuntó Morell, quien precisó que después se solicitarán informes a las instituciones implicadas, administraciones como Medi Ambient o la Agencia Estatal de Seguridad Aérea que también estudia el tema.

Todos estos trámites alargarán en el tiempo la resolución final.
El expediente sancionador se inició contra Francisco Nicolau, en calidad de promotor; el ex alcalde de ses Salines Sebastià Vidal, su hermana Paula Vidal y su cuñado Antoni Bonet como propietarios de los terrenos donde se ubica el campo de vuelo.

Para legalizar las instalaciones, los promotores habrán de justificar que la instalación sólo es posible en suelo rústico.
La Agència de Disciplina Urbanística ha dado dos meses para intentar la legalización del aeródromo.