Se llama Antònia Frontera Pont, tiene dieciocho años, estudia la diplomatura de Educación Infantil y representará el papel de la Beata en la tradicional procesión que desfilará por Santa Margalida el primer domingo de septiembre.
«Para mí, es una gran alegría. Creo que ser la Beata es el sueño de cualquier vilera», reconoció Antònia instantes después de que el alcalde de Santa Margalida, Martí Torres, sacara de dentro de la bolsa el papel con el nombre de la afortunada.
Como cada año, la elección de la Beata y de los demás personajes (santas, virtudes, ángeles, etcétera) que desfilarán en la procesión tuvo lugar en el convento de las monjas agustinas. En esta ocasión se presentaron 22 candidatas. Desde que se modificó el reglamento de elección, las chicas que ya habían representado otros papeles en anteriores procesiones tienen más probabilidades de salir. De hecho, dentro de la bolsa había seis papelillos con el nombre de Antònia Frontera. «He participado desde siempre», reconoció.
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