Este mismo año comenzará la electrificación de la línea ferroviaria Palma-Inca.

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CARMEN RUIZ DE GALARRETA

Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) adjudicará en el segundo semestre de este año el proyecto de electrificación de la línea Palma-Inca que se dividirá en dos fases, según avanza Jaume Jaume, gerente de la empresa pública adscrita a la Conselleria de Mobilitat i Ordenació del Territori. La previsión es que las obras puedan comenzar entre septiembre y octubre, y que concluyan a finales de 2010, fecha en que está prevista la llegada de las nuevas once unidades de trenes ya compradas por el Govern a la empresa vasca CAF por 54 millones de euros.

«La modernización más importante que podemos hacer en la línea existente es la electrificación», asegura Jaume, quien explica que el proyecto se ejecutará en dos fases que se licitarán al mismo tiempo. La primera se ejecutará entre Palma y los talleres de Son Rullan y tendrá un presupuesto de 8'4 millones de euros. En esta fase, además de electrificar la línea, se llevará a cabo la ampliación de estos talleres. Precisamente ésta es la razón por la que el proyecto se hace en dos fases. «Cuando se inauguró el metro no se tuvo en cuenta que el taller de Son Rullan no era suficiente para atender las unidades del metro», explica Jaume.

La electrificación en la segunda fase se desarrollará entre Son Rullan y s'Enllaç, y costará 18'7 millones de euros. En total, la inversión será de 27'1 millones de euros que no están incluidos en el convenio ferroviario y que asumirá el Govern de les Illes. En la próxima legislatura, la gran inversión de SFM irá dirigida también a electrificar el tren hasta Manacor y sa Pobla.

La electrificación supondrá la sustitución de los trenes diésel por eléctricos, lo que implicará importantes ventajas en el servicio de la línea ferroviaria.

Para comenzar, los trenes eléctricos tienen una aceleración y desaceleración mucho más rápida que los diésel, lo que implicará un ahorro de tiempo de ocho minutos en el trayecto entre Palma e Inca, que pasará de 38 a 30 minutos. Los diésel, en este sentido, son más lentos y les cuesta más el arranque y la frenada. Además, con las nuevas unidades, la velocidad máxima que se alcanzará será de 100 kilómetros por hora.

Esto permitirá, por otro lado, aumentar las frecuencias entre Ciutat e Inca. Y si ahora hay un tren cada 20 minutos, con la electrificación habrá uno cada 15 minutos. Es decir, aumentará un tren cada hora.

La línea de Manacor, también se beneficiará y está previsto que mejore el servicio aunque hasta Manacor sigan funcionando los trenes diésel. «Al retirar trenes», explica Jaume, «se podrá jugar y mejorar el tiempo entre Palma y Manacor. Ahora hay uno cada hora, pero podremos aumentar las frecuencias si determinados trenes pueden tener un tiempo de recorrido más corto. Por ejemplo, trenes directos Palma -Inca y continuar a Manacor con sus paradas. Es decir, se podrían crear frecuencias casi directas entre Ciutat y Manacor». Todo esto quedará incluido en un plan de explotación que elaborará Serveis Ferroviaris de Mallorca.