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El equipo de gobierno de Inca reunió ayer a los miembros de la oposición para presentarles las modificaciones que se han realizado en el proyecto del Teatre Principal que consisten en reducir la altura del edificio hasta los 13 metros. Tanto el portavoz del Bloc, Antoni Rodríguez, como el regidor del PSOE, Virgilo Moreno, manifestaron a la salida de la comisión que «no vemos con malos ojos la remodelación del proyecto».

Aún así, tanto Rodríguez como Moreno dijeron que «hemos pedido un plazo de unos 15 días al equipo de gobierno para poder estudiar el nuevo proyecto», aunque el nacionalista recordó que «si se hubieran realizado los cambios un mes antes se hubiera podido incluir la obra en el plan de ayudas de Zapatero por lo que el Ajuntament no se tendría que haber endeudado más».

Por su parte, Virgilio Moreno también lamentó que los cambios realizados en el proyecto no se hicieran con años de anterioridad. «Si la modificación se hubiera hecho hace unos tres años, Inca ya contaría con un Teatre Principal», por lo que añadió que «se hubiera podido actuar con más previsión».

El técnico del Ajuntament, Antoni Cànoves, explicó que «el proyecto anterior incumplía la ley porque la altura del teatro era de 18 metros. Ahora se ha reducido la altura hasta los 13 metros por lo que la reforma está adaptada al PGOU de Inca». Además, Cànoves manifestó que «a pesar de los cambios, la expropiación de las dos casas anexas al teatro sigue adelante porque es necesario el espacio para poder ejecutar la reforma».

Por su parte, el alcalde Pere Rotger, dijo que «los cambios suponen un ahorro del 15% del coste de la reforma» y dejó claro que «ahora la reforma puede ser inmediata» por lo que pidió al Consell y Govern, socios de la Fundación Teatre Principal, que busquen la financiación para iniciar la obra