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GUILLEM MAS La 'resurrección' d'en Moiana llenó de fuego el pueblo de Montuïri, en una gran espectáculo pirotécnico y de percusión realizado por un grupo de 40 jóvenes, la mayoría de ellos de la localidad, de las asociaciones s'Esbart d'en Moiana y de la Montucada.

Con el objetivo de animar las fiestas de Sant Antoni, cinco dimonis portaron a la plaza del Ajuntament la cabeza, los brazos, las piernas, el cuerpo y el corazón del bandolero Moiana. Seguidamente se invocaron a los espíritus para la 'resurrección' de este personaje histórico del siglo XVII, una vuelta a la vida llena de fuego y pirotecnia en un correfoc, con 20 dimonis, que 'quemaron' la villa al completo.

Durante el acto se explicó la historia de Bartomeu Gomila Pujol, de So na Moiana, un bandolero nacido en Montuïri y que en 1666 fue ajusticiado y torturado por su maldad. Según la tradición, Moiana no pudo llegar al infierno al tener los miembros de su cuerpo totalmente separados. El cuerpo del bandolero mutilado fue colocado en la entrada del pueblo montuïrer como muestra de escarmiento.

Así, los dimonis de s'esbart d'en Moiana volvieron ayer noche para vengar la muerte del bandolero, juntando las partes de su cuerpo, para 'resucitarlo' y convertirlo en dimoni. De hecho, Moiana fue un personaje histórico ligado a infinidad de historias y mitos.

Tras el correfoc, se procedió a la encendida de los foguerons en la plaza del Dau donde se llevó a cabo una torrada. El ball de bot de Abeniara amenizó la velada junto con los xeremiers y un apetecible combat de glosadors.