Muchos de los asistentes hicieron el trayecto en carro.

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MARGALIDA BONNÍN

La tradicional 'anada amb carro a s'Amarador' congregó un año más a los vecinos de Santanyí para recorrer en carro, en tractor o caminando el trayecto que lleva hasta la playa de s'Amarador, a cuatro kilómetros del núcleo urbano, en el Parque Natural de Mondragó.

Un ambiente festivo y el calor sofocante de finales del mes de julio protagonizaron la mañana. El punto de encuentro para comenzar la excursión era la Plaza Ramon Llull donde, a las 10.30 horas, se congregaron más de 150 personas. Aún así, fueron muchos los que se unieron al grupo en mitad del camino. Del núcleo urbano de Santanyí salieron una docena de carros, cinco tractores repletos de gente y muchos otros caballistas.

Los que acudieron al punto de partida pudieron coger fuerzas para el camino con una merienda a base de cocas i aperitivos salados a la que invitaba el Ajuntament de Santanyí. Ya antes de partir, los más diversos artilugios decoraban los carros que irían hasta s'Amarador. Los carruajes iniciaron el viaje bien preparados, con comida, agua y hasta alguna sombrilla para parar el sol. Para hacer frente al calor también, el Ajuntament repartió sombreros de paja a los asistentes.

Grandes, jóvenes y hasta los más pequeños rememoraron ayer otros tiempos en que las distancias, a bordo de un carro tirado por un animal, eran mucho más largas. Alrededor de una hora es el tiempo que tardaron los caballos en llegar a la idílica playa. Después del largo trayecto bajo el sol, el agua clara de s'Amarador se presentó más apetecible aun que otras veces. Un baño, agua para refrescarse, descanso para los animales y una merienda pusieron el punto y final a la tradicional fiesta.