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JOSEP MARIA SASTRE Cazadores de toda la Isla demostraron al público en general que la caza es mucho más que dar captura a un animal. Esto es sólo el fin último, la excusa para adentrarse en un mundo que incluye gastronomía, pasión por la naturaleza, por todo relacionado con la agricultura, con la defensa del medio ambiente y de las raíces y prácticas ancestrales.

El marco elegido para ello fue de nuevo la Diada de Caça, que en esta su octava edición se ha celebrado en Campos con la novedad de que comenzó el sábado por la tarde y se prolongó durante la jornada de ayer. Organizada por el departamento de Medi Ambient del Consell de Mallorca y con la colaboración del Ajuntament de Campos, la Diada fue todo un éxito de participación. A pesar del día nublado y de la amenaza de lluvia, unas 40.000 personas venidas de todos los rincones de la Isla conocieron la variada oferta del recorrido de más de un kilómetro.

Con todo y desde su primera edición, este evento ha ido creciendo y ampliando su oferta. De hecho, se ha convertido en una feria tradicional donde se puede encontrar artesanía, herramientas del campo, alimentos, bisutería, mercado local o carpas informativas del Consell de Mallorca y el Govern balear, entre otras muchas cosas.