A pesar del frío, la gente se animó a hacer unas buenas torradas de carne, sobrasada, botifarrones y esclata-sangs que degustaron sentados en las mesas habilitadas por todo el pueblo. Foto: M.NADAL

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M. NADAL

Aunque en la edición del año pasado de la Fira del Esclata-sang i la Muntanya, se pusieron a la venta más de mil kilos de setas de un total de ocho variedades, este año los visitantes se tuvieron que conformar con degustar los platos elaborados a base de setas de los bares y restaurantes de la localidad ya que en todo el recinto ferial no se pudo encontrar ni un stand donde se vendieran esclata-sangs.

Los miles de visitantes, más de 10.000 según fuentes de la Policía Municipal, que se acercaron ayer hasta Mancor para asistir a la V edición de la feria se encontraron con la poca variedad de setas, pero sí con una bajada de temperaturas que obligó a los visitantes a sacar sus gorras, guantes y abrigos para taparse del frío que hacía ayer en Mallorca.

A pesar de la poca variedad de setas, los visitantes de Mancor sí que pudieron pasear por las estrechas calles del municipio y disfrutar de la jornada festiva. Como cada año, la organización de la feria corrió a cargo de la asociación Arrels de la Vall que se esmeraron en el decorado de las calles y

Una de las características de la feria de Mancor que no se encuentra en otras ferias y que llama la atención del público son los diferentes puntos para torrar.

Así, los asistentes pudieron adquirir sobrasda, botifarrones, carne y, como no, esclata-sangs en los bares del pueblo para imporvisar una rápida torrada en plena calle. Pero para los más cómodos también se ofreció una larga carta de platos elaborados a base de setas.

de la animación que hizo las delicias los asistentes.

Durante toda la mañana de ayer hubo diferentes puntos del pequeño pueblo con actuaciones de los bailes populares. Entre otros actuaron Aires des Pla, Sarau Alcudienc, Es jonc, Agrupació Sa Torre y Quart Creixent, entre otros. De esta manera, el pequeño municipio estuvo ambientado con la música popular y de los xeremiers que llenaron cada rincón de la feria.

Pero la feria también contó con un sinfín de exposiciones y muestras que permitieron a los visitantes conocer un poco más de cerca la cultura del pequeño pueblo de montaña. De esta manera, Arrels de la Vall montó una exposición para mostrar los cinco años de vida de la asociación, se realizó una muestra de bordados y de fotografías de montaña, además de una exposición de objetos antiguos.

La celebración de la feria del Esclata-sang y la Muntanya se instauró en el pueblo hace cinco años con la intención de recuperar las raíces y dar a conocer la cultura del pequeño municipio de Mancor. Después de todos estos años, la feria ya es una cita obligada en el calendario mallorquín.