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JOSEP ROSSELLÓ/ V.M.L. El equivalente al «en casa de herrero, cuchillo de palo» para la hostelería debe ser algo similar a lo que pasa en el Instituto Calvià en Santa Ponça. El departamento de Hostelería y Turismo de este centro corre peligro de desaparecer por falta de alumnos. En el municipio turístico más importante de España no se encuentran estudiantes de turismo.

Desde hace dos décadas este centro, ubicado la avenida de Son Pillo, imparte los ciclos superiores de Alojamiento y Agencia de Viajes, el ciclo medio de Cocina y Garantía Social de Servicios y Cocina. Sólo otro centro en Mallorca dispone de una oferta de cursos similar: el Junípero Serra en Palma.

Cada uno de los módulos dispone de una veintena de plazas por curso. Este año, en primero, apenas se han cubierto un diez por ciento. De continuar esta situación, en otoño de 2008, estos cursos habrán desaparecido.

Los once profesores que integran el departamento se preguntan: «¿Qué pasa en Calvià? ¿Qué pasa en Mallorca? ¿Acaso no vivimos del turismo? Queremos los mejores turistas, los de más alto nivel, pero no nos formamos para ello». Una de las docentes, Rosaura Castellá señala que «es muy triste ver aulas semivacías en ciclos que tienen tanta salida laboral y por los que hay largas listas de espera en la Península».

El desarrollo turístico de Calvià es una de las causas de la falta de alumnos. Para muchos jóvenes del municipio encontrar un empleo en el sector es tan sencillo que no necesitan de formación adicional. Los docentes del centro señalan que ofrecen las máximas facilidades para que se trabaje en temporada alta. A diferencia del resto de cursos, los de hostelería comienzan en el mes de noviembre y terminan en marzo. No ocurre lo mismo con las pruebas de selección, que se celebran en septiembre, aunque los profesores ya han propuesto retrasar todo el proceso a la temporada baja.