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JOSEP MARIA SASTRE Los operarios de la brigada municipal de Manacor retiran unos 1.500 carritos de la compra de la vía pública cada año desde que entró en vigor la ordenanza municipal reguladora en 2005.

Esta ordenanza fue instaurada por el Ajuntament ante el problema que suponía el masivo abandono de los carritos en las calles por la mala imagen que esta práctica supone para la ciudad. Sin embargo, casi dos años después de la puesta en marcha de la ordenanza, el problema no se ha solucionado sino que se ha agravado en parte por la apertura de nuevos centros comerciales y por la falta de concienciación de los vecinos.

La citada ordenanza no contempla sanción alguna para los infractores puesto que, según se informa desde el Ajuntament, esto sólo se podría llevar a cabo en caso de que un policía encontrara a una persona justo en el momento del abandono puesto que «no se puede sancionar a nadie por circular con un carrito de la compra por la calle».

Las diferentes cadenas de supermercados de Manacor, especialmente aquellas que se encuentran en el casco urbano de la ciudad, pagan al Ajuntament alrededor de 9.000 euros anuales, en concepto de retirada del carrito de las calles y plazas por parte de los operarios. La ordenanza estipula que el supermercado deberá abonar seis euros por carrito abandonado, algo que, según informan desde el Ajuntament, «hacen religiosamente». Los carritos se acumulan en el depósito municipal. Cuando hay una cantidad considerable se avisa a la cadena que acude a retirar los carritos y abona los seis euros por cada uno.