TW
0

Ll.G/M.J
Más de cien constructores de Sóller acudieron el jueves a la convocatoria del regidor de Obres i Urbanisme del pacto, Francisco Rodríguez Lara. El regidor se encontraba acompañado de sus compañeros del equipo de gobierno Miquel Gual, responsable de Cooperación Económica, y Catalina Esteva, regidora portavoz. Rodríguez fue claro y directo: «En Sóller se ha terminado la permisividad con las ilegalidades urbanísticas y los constructores deberán presentar «todos los papeles» antes de pedir una licencia».

Con estas palabras, el regidor marcó la diferencia en la política urbanística que piensa aplicar el pacte y de la que ya se han puesto las primeras bases. Fuentes no oficiales aseguran que en estas últimas semanas casi se han abierto más expedientes de infracción urbanística que en todo el periodo anterior e, incluso, parece ser que se ha pedido un estudio aéreo de todo el valle para detectar irregularidades en suelo rústico .

En la reunión de las Escolàpies, Rodríguez también tendió la mano al colectivo para reconocer que «desde que llegué a Sóller hace ya muchos años me di cuenta de que el motor económico de la ciudad es la construcción, y eso debe seguir siendo así». Aseguró también a los asistentes que el municipio cuenta con un gran futuro para el sector, y que este futuro está en unirse en cooperativas y desarrollar la gran cantidad de suelo urbano que todavía hay en Sóller, pero que actualmente se encuentra en manos de empresas de fuera del valle. Para el regidor, «son los constructores sollerics los que deberían realizar estos trabajos y no las empresas foráneas, y esto sólo puede lograrse si se unen para trabajar juntos y son competitivos». Los representantes del Pacte aseguraron que intentarán adaptar las demandas de los constructores, a la agilización de la expedientes y a la adaptación al Pla Territorial de Mallorca.