Este hecho abre las puertas a cualquier posibilidad de gobierno, tanto que se podría llegar al extremo de que Sebastià Burguera (PSOE) sea elegido alcalde en minoría con los votos de sus compañeros de partido -que tienen 3 regidores- como lista más votada, o también con los votos de UM y NIL aunque sin llegar a un acuerdo de gobierno.
Así, en el momento de cerrar esta edición, los miembros del comité local del PSOE de ses Salines seguían reunidos intentando consensuar una propuesta para ofrecer al entente UM y NIL que negocian unidos para tener más fuerza con 4 regidores -2 cada uno-.
Lo cierto es que UM y NIL exigen a los socialistas compartir durante dos años tanto la Alcaldía de ses Salines, así como la presidencia de la Junta de Distrito de la Colònia de Sant Jordi. Desde las filas del PSOE se mantenía que, como su formación es la más votada en todo el municipio, apostaban por retener la Alcaldía y la presidencia los cuatro años de mandato.
En relación al reparto de las áreas de gobernación, parece que sí existe un cierto consenso al respecto, aunque el principal obstáculo sigue siendo la Alcaldía del municipio.
Entre las diferentes formaciones se mantenían los mismos reproches de los últimos días. Peticiones de generosidad a unos y a otros. Apelaciones al sentido común, arriba y abajo.
La cuestión sigue siendo que el PSOE de ses Salines parece más decidido a pensar en el partido que no el pueblo, según NIL y UM. Hay quien no recuerda ya estos últimos cuatro años de mandato de escándalos e ingobernabilidad y los esfuerzos de Francesc Garí para propiciar el cambio político en ses Salines, a hora de cerrar esta edición, no han fructificado.
Así las cosas, la falta de entendimiento entre PSOE, NIL y UM deja entrever que los acuerdos no son tan sencillos y que, desgraciadamente, a veces el sentido de estado debería imperar sobre los partidos.
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