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PEDRO AGUILO MORA
El alcalde de Calvià, Carlos Delgado (PP), colocó ayer la primera piedra de la nueva escoleta municipal de Galatzó entre grandes medidas de seguridad tras tener constancia de que un centenar de vecinos de la urbanización iban a aprovechar el acto para manifestarse contra la expansión del polígono de Son Bugadelles hacia sus domicilios, tal y como contempla la adaptación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Calvià al Plan Territorial de Mallorca (PTM).

Parapetados tras pancartas serigrafiadas con el lema «No más polígono», unos 100 residentes de Galatzó vieron desfilar ante sus ojos a un Delgado que acudió a visitarles en medio de un gran despliegue policial (nueve guardias civiles, seis policías locales y dos agentes antidisturbios) y acompañado por todos los miembros de su equipo de gobierno después de que el viernes recibieran desde Alcaldía órdenes estrictas al respecto de su asistencia al acto.

Como medida de protesta los manifestantes cortaron durante cinco minutos la carretera de acceso a la urbanización de Galatzó mientras lanzaban consignas contra la ampliación del polígono industrial. Posteriormente, el alcalde mantuvo una tensa reunión con los manifestantes en la que intentó convencerles de las presuntas bonanzas del nuevo PGOU.