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MARTA MEDRANO
Las calles de Inca no están preparadas para la lluvia. Así ha quedado demostrado estos días después de que decenas de «parches» de asfalto que tapaban socavones se hayan levantado provocando más de un susto a muchos conductores. Una situación que ayer la brigada municipal intentaba solucionar trabajando a destajo en la señalización y la reparación de los socavones más profundos, con el fin de evitar accidentes. En los sitios más peligrosos, como la Avenida General Luque se colocaron planchas de acero mientras que en lugares como la Avenida del Raiguer, yendo hacia Lloseta, tres conos señalizaban uno de los agujeros más grandes de los diez que se han formado en un tramo de apenas cien metros.

Ante este panorama el concejal del área de Mantenimiento, Joan Rubert, prometió ayer un plan de choque que llegará antes de las elecciones y que incluirá el asfaltado de unas 20 calles. «Hemos detectado los puntos críticos y actuaremos», manifestó.

La Avenida Antoni Maura también registró varios socavones que ayer remendó la brigada, así como la calle Germanies. La misma situación se produjo en la calle Joan d'Austria. La calle Jocs también ha sufrido los efectos del «bacheo» levantado por la lluvia, así como la calle Martí Metge.