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Un informe subscrito por el sargento primero y comandante accidental de la Guardia Civil de Artà, Enrique Martínez Valverde, contradice todas las versiones oficiales y periodísticas conocidas hasta ahora sobre la rueda de prensa que ofreció el 13 de agosto de 2004 el dirigente del Lobby per la Independència, Jaume Sastre, en el mirador de la Costa dels Pins y, después, junto a la piscina de Pedro J. Ramírez.

Aquel día acompañaban a Sastre, Josep Palou y Bernat Fiol, del grupo ecologista Gadma.
El abogado de Sastre solicitó el atestado de la Guardia Civil de Artà para incorporarlo a la causa que será juzgada el lunes que viene, día 27, en Manacor.

Pero Enrique Martínez hizo uno nuevo, que firmó el pasado 20 del mes de noviembre, donde habla por primera vez de la presencia de una «veintena» de personas con actitud violenta y agresiva.

Este documento entra en contradicción con la versión oficial de la Delegación del Gobierno y el relato que hicieron los medios de comunicación.
Enrique Martínez explicó ayer a este diario que asume la responsabilidad de todo el contenido del informe.
En un primer instante dejó en el aire la posibilidad de haberse equivocado de día, tal vez en relación a los hechos ocurridos un año después en el mismo lugar. Sin embargo, aseguró que él estuvo presente en la piscina el 13 de agosto de 2004, y ratificó con posterioridad todos los elementos que ha incorporado en el informe.

Según Enrique Martínez, aquel día se celebró una «manifestación de protesta».
Según la Delegación del Gobierno, en un informe firmado por el secretario general, Ramon Morey, se indica que fueron tres las personas que se reunieron en la Costa dels Pins, y que no puede considerarse manifestación un acto similar. Morey señala también que no fue necesaria la intervención de fuerzas de seguridad.

Enrique Martínez redactó su oficio y lo remitió a los juzgados sin dar cuenta a la Delegación del Gobierno ni al coronel de la Guardia Civil.
Preguntado sobre esta cuestión, el sargento primero explicó que era «plenamente responsable» de su contenido, y añadió que no obedeció ninguna orden externa a la hora de redactarlo. A su juicio, «si se trata de una prueba inculpatoria falsa lo decidirán los juzgados».

El oficio de Enrique Martínez, a menos de una semana del juicio, podría dar un vuelco a la causa de Ramírez contra Sastre por coacciones y amenazas, al introducir elementos nuevos que son de carácter incriminatorio.

Al ser preguntado ayer sobre esta cuestión, Jaume Sastre contestó que en los próximos días decidirá con su abogado, Josep de Luis, qué estrategia va a seguir.