TW
0

El Ajuntament de Pollença responsabiliza a los vecinos del Moll a través de un bando de la turbiedad en el agua de la playa debido al vertido de aguas sucias con detergentes a la red de pluviales que desemboca directamente en la playa.

La emisión del bando no ha caído bien entre los vecinos de la plaza que consideran que «ahora que el Ajuntament no puede culpar de la suciedad a la depuradora, responsabiliza a los vecinos». Estos vecinos dicen que «no puede ser que para que una decena de vecinos limpien la calle y después tiren los restos de agua a la calle, el agua de la playa se enturbie» y piden al Ajuntament que no busque culpables entre la población.

Se quejan además de que «desde hace dos semanas no sólo tenemos que soportar el agua salada que nos supone un coste importante porque tenemos que comprar agua embotellada incluso para ducharnos, sino que además ahora tenemos que aceptar que nos responsabilicen de la suciedad en la playa».

Desde el Ajuntament de Pollença, el regidor de Medi Ambient, Joan Comas, que es el que firma el bando municipal, explicó ayer que entre el puerto deportivo y la piscina del hotel Daina hay un punto con problemas de vertidos de aguas sucias. «Hay una tubería de desagüe de pluviales que recoge toda el agua de la plaza y las calles próximas (casi toda la zona empedrada) y toda el agua con detergentes que los vecinos utilizan para limpiar va a parar directamente a este punto», dijo Joan Comas, que pide colaboración a los vecinos. «Lo que hacen los vecinos no es ilegal pero en las analíticas salen detergentes», dijo Joan Cerdà.

El regidor de Medi Ambient considera que este tema nada tiene que ver con el problema de la salinización del agua potable, una cuestión en la que asegura que «los vecinos tienen toda la razón» y pide urgentemente que se construya la planta desaladora de la zona norte de Mallorca para dar una solución definitiva a un problema que se repite cada verano desde hace una década.