Antoni Alorda y Joan Juan exigieron al alcalde, ante los polémicos apartamentos, que deje de defenderlos.

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ASSUMPTA BASSA / GUILLEM MAS
Un clamor popular: «los apartamentos de ses Covetes deberían haberse demolido hace ya mucho tiempo pues constituyen un atentado al medio ambiente». Este es el sentir de muchos de los vecinos encuestados por Ultima Hora que ayer se mostraron satisfechos por la sentencia del Tribunal Supremo que ratifica por segunda vez que la franja de protección de ses Covetes es de 100 metros.

Ayer éste era el tema del día en Campos. Hace más de una década que el panorama que se ofrece a vecinos y visitantes es el de 67 apartamentos en construcción, paralizados, ubicados en la costa en zona de dominio público.

«Es una vergüenza. No debería haberse dejado construir». «Si son ilegales deben derribarse cuanto antes mejor así no daríamos que hablar a la gente de fuera», opinaba Joan Puig que añadía que «si no se hubiera dado la licencia por parte del Ajuntament no se habrían empezado a edificar ».

Otros como Aina Maria Lladonet consideraba que además del impacto visual negativo, «los vecinos tendremos que pagar todos los recursos que ha emprendido el Ajuntament lo cual me parece injusto».

Todos coincidían en pedir que se derribaran estos apartamentos ya que «no benefician de ninguna manera a la localidad», «sobretodo para aquellos que vienen de fuera y se encuentran con esta construcción paralizada al lado de la costa», opinaba Miquel Blanc.

Miquela Barceló recordaba como era ses Covetes antes de empezar a construirse. «Era un sitio idílico. Estaba muchísimo mejor que ahora». La sentencia del Supremo afirma también que los terrenos objeto de litigio no eran urbanos antes de la Ley de Costas.