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Las explicaciones que los técnicos del proyecto del mercado cubierto ofrecieron el viernes pasado a la oposición para explicar el porqué de los 800.000 euros de extras no convenció a los miembros de la oposición que ayer votaron en contra de la modificación de crédito para pagar este dinero a la empresa constructora Dragados y cambiar elementos del contrato. Todos los portavoces de la oposición pidieron al equipo de gobierno que convocara un nuevo concurso para que las diferentes empresas puedan competir en igualdad de condiciones con Dragados a la hora de hacer la obra, que previsiblemente estará inaugurada dentro del primer trimestre de 2007, antes de las elecciones. Una petición que el alcalde Pere Rotger rechazó. «Tenemos todos los informes técnicos a favor y esta obra se hace sin que cueste nada a los ciudadanos gracias a las gestiones que hemos hecho. La otra opción era no hacer nada o bien endeudarnos. El resto es dar vueltas sobre lo mismo», dijo Rotger que cerró el debate sobre esta cuestión que ya protagonizó el anterior pleno.

Xavier Ramis, del PSOE, explicó que además ahora Dragados exige cobrar 359.000 euros de más en concepto de un canon de eliminación de escombros que todavía no ha entrado en vigor. «No porque Dragados nos haya ayudado a descubrir que el proyecto estaba mal y a ahorrarnos un dinero ahora le tenemos que dar este premio», dijo Ramis que también cuestionó la legalidad de la superficie del supermercado Mercadona, que tendrá 1.500 metros cuadrados. «Lo máximo que permite la Ley de ordenación de actividades comerciales para Inca son 800 metros de superficie para un supermercado y este tendrá el doble», añadió Ramis.

Desde Independents d'Inca Àngel Garcia lamentó que en esta obra los extras hayan llegado antes de comenzar y le recordó al alcalde que todas las obras que se habían hecho en Inca tienen problemas. Por otra parte ayer quedó aprobada en pleno la dedicación exclusiva del regidor de Ferias y Agricultura, Sebastià Gamundí, que cobrará 30 mil euros anuales. Rotger explicó que el regidor se encargará a partir de ahora de potenciar la limpieza viaria. El PSOE dio un voto de confianza a Gamundí pero el PSM interpretó su entrada como la admisión del fracaso, por parte del alcalde, de la política de limpieza que hasta ahora había llevado a cabo el regidor Joan Rubert. En este sentido el regidor Antoni Rodríguez recordó el «fraude» de la recogida de las basuras.