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Agotado el plazo para la presentación de alegaciones contra la «macroampliación» del puerto deportivo de s'Estanyol, el Grup d'Ornitologia Balear (GOB), auguró ayer que la oposición al proyecto continuará ahora mediante los cauces la movilización social.

De momento, los ecologistas impulsarán en breve una campaña informativa encaminada a concienciar a los diferentes colectivos vecinales de las amenazas, tanto medio ambientales como sociales, que entraña la expansión de la actual zona portuaria hasta las inmediaciones del Racó de s'Arena, el Escar de'n Roca.

El portavoz del GOB, Miquel Àngel March, atribuyó la reactivación del proyecto aparcado en 1995 a la aprobación de la nueva Ley de Puertos. Según March, el articulado de la mentada normativa «abre las puertas a la tramitación y posible aprobación de proyectos de construcción de nuevos puertos deportivos o grandes ampliaciones de instalaciones náuticas y, justamente, el primer proyecto que ha pasado a información pública ha sido la ampliación del club náutico de s'Estanyol», añadió el portavoz ecologista.

Tal como ya adelantó este diario es su edición del pasado 22 de septiembre, ayer el GOB incidió en que la ampliación del puerto deportivo de s'Estanyol supondrá pasar de 285 amarres a 638, al tiempo que vulnerará hasta cuatro figuras de protección medio ambiental derivadas de legislaciones europeas y autonómicas. Por todo esto, los ecologistas cuentan con el pleno convencimiento de que el proyecto de ampliación no debe aprobarse, debido al elevado impacto ambiental que comporta su ejecución y las presuntas ilegalidades en las que incurre.

En cuanto a espacios naturales protegidos, Antoni Muñoz, explicó que, de materializarse, la ampliación del puerto deportivo de s'Estanyol sepultaría 45.000 metros cuadrados de pradera de posidonia oceánica y afectaría a una zona natural protegida por normativas diferentes: un Àrea Natural de Especial Interés (ANEI), una Zona de Especial Protección para la Aves (ZEPA), un Lugar de Interés Comunitario (LIC), y a la Reserva Marina del Migjorn de Mallorca. Muñoz advirtió que el proyecto también afecta a la dinámica litoral.