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Mas de un centenar de personas se reunieron en Calonge para celebrar la octava edición de la marcha en carros, bicicletas y a pie hasta Cala Mondragó.

Este año la lluvia se convirtió en la protagonista de la jornada. A las 9:30 horas empezaron a llegar los primeros participantes, algunos ya con sus caballos y otros sin ellos a la espera de la decisión de la organización, sobre la suspensión de la marcha. Pero no fue así y después de un buen almuerzo con coques de trempó, botifarrones, algún vaso de vino y siempre con el beneplácito del tiempo una treintena de personas decidieron emprender la marcha hasta la Cala, sin olvidar los paraguas y chubasqueros.

Mientras los propietarios de los caballos preparaban los carros y carruajes para empezar la marcha por caminos y senderos, hasta alcanzar así, después de unos diez kilómetros Cala Mondragó. La fiesta terminó con una paella para todos los participantes en el parque natural de Cala Mondragó. Este acto se ha convertido en el inició de las fiestas de Sant Miquel.