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El Consell Executiu del Consell de Mallorca ha resuelto el recurso del polémico cámping de la Colònia de Sant Pere en Artà que obliga a la propiedad a demoler y desmontar los 88 bungalows del complejo vacacional y además, se le impone una multa de 700.000 euros. El Consell ordena el restablecimiento de la legalidad al considerar que «estamos ante unas obras sin licencia que tienen una infracción urbanística grave puesto que se consolidó una obra en una zona protegida», confirmó ayer el conseller de Territori, Bartomeu Vicens, en declaraciones a este periódico. Pese a que inicialmente el expediente del pasado mes de julio de 2004 resolvía que la propiedad tendría que pagar una multa de 937.000 euros, ahora ésta se rebaja en un 25 por ciento puesto que «se ha tenido en cuenta que, pese a ser una obra ilegalizable; el cámping estuvo en posesión de una licencia provisional del año 1985, ya que en aquellos momentos los terrenos sobre los que se instaló el cámping original eran urbanizables», confirmó el conseller. Es por este motivo que se rebaja la multa a 700.000 euros.

Si bien el año 1985, la propiedad tenía una licencia provisional, posteriormente en el año 1.992, las Normas Subsidiarias aprueban un cambio de uso a rústico protegido, de esta manera, el camping quedaba fuera de ordenación. El año 1.995, la propiedad del cámping sustituyó los bungalows de manera por unos de obra prefabricada. Este cambio es el que precisamente, fue objeto de la infracción urbanística. No obstante, la propiedad se defiende de ello diciendo que cuenta con los permisos d de la Conselleria de Turismo para construir los bungalows de obra. EU-EV denuncia la condición irregular del camping el año 2.002. Un expediente, no obstante, que no se resuelve hasta el julio de 2004 cuando se impone la multa a la propiedad que a su vez, interpuso recurso, que ahora el Consell ha resuelto ordenando restitución d de la legalidad urbanística.

El cámping de la Colònia ha estado rodeado de polémica durante todos estos años. Un debate que se enfatizó cuando el Govern concedió una autorización previa de apertura al cámping colonier, pese a que el establecimiento turístico tuviera un expediente de infracción urbanística del Consell por unas obras «no legalizadas». Además desde el Consell se entiende que se necesitaba, como mínimo, el interés general para poder ejecutar el cambio hacia bungalows de obra, pero puesto que en suelo rústico protegido no se puede conceder el interés general de desde el año 1.999, las nuevas construcciones son ilegales. Son en total 88 bungalows de obra de unos 28,5 metros cuadrados. También se ejecutó la conversión de dos casetas de servicios en más bungalows y en una coladuría de unos 86'80 metros cuadrados.