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Los propietarios de los molinos seleccionados para la ejecución (hasta estos momentos incompleta) de la primera fase del proyecto Molins de Campos, que supuestamente debía procurar la recuperación de los molinos tradicionales de viento para el fomento de las energías renovables, afirman sentirse «engañados» por el alcalde campaner, el popular Andreu Prohens. Tal es el caso de Miquela Caldentey, propietaria del molino de Son Toni Amer que, además de acusar al primer edil de «no haber hecho nada de lo prometido», considera que Jaume Matas (que como ministro de Medio Ambiente, junto a Gesa-Endesa y al Ajuntament de Campos, ejerció de impulsor del proyecto Molins de Campos), tampoco «ha cumplido con su palabra».

«Sólo quiero que se cumpla lo firmado, que desencadenen las aspas y que el molino funcione», añade Caldentey, tras sostener que mientras que ella ha cumplido con su parte del contrato que suscribió con Prohens el 28 de agosto de 2002 en virtud del cual se comprometía a ceder de forma gratuita el uso del molino por un periodo de 10 años, a no vender o arrendar el molino durante la vigencia del acuerdo y a garantizar el mantenimiento, cuidado y conservación del mismo; el máximo dirigente del Consistorio campaner se ha desentendido de las obligaciones que contrajo el 1 de febrero de 2002 cuando estampó su rúbrica junto a la del en esos tiempos ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y a la del presidente de Gesa-Endesa, Bartomeu Reus.

Concretamente, la propietaria del molino de Son Toni Amer denuncia el incumplimiento de las claúsulas avaladas hace tres años por el alcalde de Campos que tenían por objeto la restauración y reconversión del molino para que la rotación de sus aspas sirviera para producir energía renovable, la instalación de placas fotovoltaicas generadoras de energía solar y eólica, y la explotación comercial de la energía generada, cuyos eventuales ingresos debían ser utilizados para satisfacer, en primer lugar, al pago de los gastos corrientes del proyecto, y en segunda instancia, para compensar al propietario del molino por la cesión de uso prevista.